Cuentan las crónicas que el jueves pasado el presidente de la Nación descendía en la quinta presidencial de Olivos. Cuando, en este simple y natural "hecho" de bajarse del helicóptero, le propinó Macri un soberano rodillazo a la palanca que activa el "cortacables de la aeronave". Dejando averiada la nave en cuestión.
Fue un accidente menor. Pero parece que los presidentes NO peronistas poseen una relación "conflictiva" con los helicópteros. Todo un tópico para que los AMIGOS psicólogos se explayen con su ciencia sobre el tema. Helicóptero parece ser un sinónimo subconsciente de evasión, de fracaso y retiro del poder. Así es que el “golpe” que dejó a la aeronave inoperable, por parte de Macri, en verdad puede significar NEGAR las fatídicas experiencias de presidentes no justicialistas.
Hoy, como siempre, el peronismo es garante de orden constitucional.
No caeremos en la crítica fácil de decir: "Lo que toca Mauricio lo descompone" Ni, "otra cosa más que estropea Mauricio" NO lo diremos ya que es muy vulgar.
Lo cierto es que el helicóptero NO funciona.
El “blindaje” mediático disimula las fallas y contrariedades del Pro-Cambiemos.
El helicóptero en cuestión fue levemente dañado, lo que parece ser gravemente lastimado es el estado económico-social de empleados y trabajadores de la Nación.
Alejarse del nefasto KARMA de los helicópteros en la Argentina política implica gobernar por y para el pueblo.
Máximo Luppino
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