MACRI, UN AÑO DESPUÉS

La locomotora del tiempo jamás detiene su marcha. En las vías muertas de la inacción se lleva por delante todo descuido y error. Cambiemos se asoma a la luz de los primeros análisis que surgen después de un año de gobierno como un “acto fallido del destino”, como una “falla” en el fértil terreno de la patria, a modo de una pesadilla de la que nos cuesta despertar. Parece un concurso de mentiras que muchos conciudadanos pensaron que eran realidad.  Ahora, el sabor de la decepción parece ser más amargo con cada día que pasa, ¡la pesadilla promete continuar!...


Miles de despedidos golpean puertas cerradas de fábricas y obras en busca de trabajo. El afán de conseguir empleo se torna desesperante. Padres de familia que sólo piden la oportunidad de GANAR el sustento para sus hijos se encuentran desconcertados. Dejar a personas sin trabajo es una de las crueldades más duras de soportar. La impotencia se apodera de la sociedad por no tener empleo, y el que lo tiene teme perderlo, con el agravante de padecer un pésimo salario. Además, cual negra burla, les quieren aplicar “ganancias” para sustraerle parte de lo poco que posee. 
¡El salario jamás es ganancia, es la “justa” remuneración por el trabajo desarrollado! 
Cambiemos esgrime un gobierno retrogrado, profundamente indiferente, sin sensibilidad social con la población humilde y trabajadora. “Solidarios” con los que más tienen, cual un Robín Hood a la inversa, “roba” a los pobres para hacer más ricos a los multimillonarios. Es el “mundo del revés”… 
Mauricio Macri tiene dinero para las mineras, para los grandes consorcios de siembra, hasta para “perdonar” deudas a compañías eléctricas por 19.000 millones, pero NO tiene dinero para pagar un sueldo digno a los empleados, ni para crear nuevas fuentes de trabajo ¡En verdad “Cambiemos” apareció en los días de la Nación para empeorar el nivel de vida reinante!
En estos últimos días del 2016 Macri perdió su actitud ZEN y aflora como un talibán antiperonista que ataca a los que sostienen el orden democrático y la tan apreciada gobernabilidad.  
Ejemplo de esto es cuando trata a Sergio Massa de “impostor, el menos confiable de la política argentina”. También extiende su crítica a senadores y gobernadores justicialistas que sólo quieren atenuar el atropello del injusto impuesto de “ganancias” a través de una democrática ley en el Congreso de la Nación. 
Como para que los ARGENTINOS no tengamos dudas sobre los objetivos de “Cambiemos” ya prometieron aumentos de combustible en el orden de un 17%, del gas en un 33% y la electricidad en un 20%. Además de una nueva oleada de despidos (para un estado eficiente, dicen). 
¡DIOS nos cuide, la pesadilla promete continuar!...

                Máximo Luppino 

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