El apostolado del Papa Francisco requiere que el Santo Padre mire a TODAS las naciones del mundo como su propia patria. Así lo hace el jefe del Vaticano que construye PAZ y armonía en cada paso que concreta. De todas maneras, sentimos que donde se encuentre Francisco la bandera argentina ondeará orgullosa y feliz en el corazón de cada latinoamericano.
Desde siempre Francisco abogó por la paz entre Israel y el estado de Palestina. La inauguración de la primera embajada Palestina en la Santa Sede concreta efectivamente el reconocimiento del Vaticano a Palestina como País que posee su propio Estado gubernamental. No es un dato menor, es la voluntad manifiesta y concreta del Papa Francisco de reconocer a Palestina como una Nación que ejerce sus derechos de autodeterminación y que representa a un pueblo que desea vivir y desarrollarse en paz.
Una de las primeras consecuencias de este GESTO POLÍTICO de la Santa Sede fue la inmediata reacción del primer ministro italiano, Angelino Alfano, quien manifestó: “Italia busca contribuir a una sana relación entre Israel y Palestina”
Todo comenzó en junio del 2015 cuando el Vaticano reconoció oficialmente al estado de Palestina. Se firmó entonces un acuerdo integral de cooperación entre los dos estados, el del Vaticano y Palestina.
El Papa Francisco recibió al presidente palestino, Mahmud Abbas, diciendo: “Me da gusto recibirlo señor presidente”. De esta manera la gestualidad política llegó a su punto más alto dando un espaldarazo internacional poderoso a la causa palestina ante el mundo todo. Una vez más, Francisco lo hizo.
Si sabemos que DIOS es omnipresente, es decir se encuentra presente en toda la creación al mismo tiempo y todo lo contiene, entonces debemos pensar que el creador no es ajeno al mundo político. El cual es enaltecido o denigrado por la actitud de los hombres y jamás por el AMOR infinito del creador. Involucrarse en política es pensar en el bien común desde el hemisferio de las doctrinas partidarias, como una actividad noble que desea el entendimiento y desarrollo de los pueblos.
La obra del Papa Francisco es enorme y revolucionaria en el sentido más íntimo y humanista del término. Hacemos ruegos para que los argentinos reconozcamos la grandeza de este gran hombre de un corazón enorme que está al servicio de DIOS. Visto está que los pueblos del mundo ya reconocen y admiran su apostolado de PAZ.
Francisco es el líder mundial con más prestigio y seguidores en todo el planeta. En su amada patria algunos lo cuestionan por imperio de su propia mediocridad.
El plan de evolución del creador es inexorable y perfecto. Francisco sirve a ese plan de puro AMOR de nuestro SEÑOR.
Máximo Luppino
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