FRACASOS VIEJOS, PROMESAS NUEVAS

Lo mejor de Mauricio Macri es la capacidad inédita y asombrosa de prometer bonanzas sobre los escombros de sus propios estrepitosos fracasos. Los meses se agolparon uno tras otro trayendo de la mano de “Cambiemos” una de las hambrunas más drásticas que los argentinos recuerden.



¡Desempleo creciente, tarifazos asfixiantes, inflación en profunda recesión, sumado a las inversiones que parecen venir de Plutón, nunca llegan!
Las palabras viajan con el viento libre, pero los frutos de la mala praxis administrativa perduran en la mesa vacía de los argentinos. 
Si no hay dinero en los bolsillos de los trabajadores la reactivación es un juego financiero para recrear la “timba” bursátil, una mentira dura y despiadada para la esperanza de los necesitados. 
Ahora se aproximan “nuevas promesas” amarillas para las elecciones 2017 ¿Los fracasos de más de 15 meses de gobierno que ocasionaron cerca de 2 millones más de pobres deben olvidarse? ¿Fueron un chiste, o un error de los “chicos” del Newman? 
A “Cambiemos” los pobres le producen urticaria. Somos como un misterio cósmico con el cual se ven forzados a convivir, quizás, por el “pago de alguna vieja deuda Kármica”. 
En Olavarría, el recital del Indio Solari finalizó en tragedia con muertos y heridos. En la ruta se apreciaba gente viajando en camiones, colectivos llenos de pasajeros parados y toda suerte de desmanes, ¿fallaron todos los controles policíacos y gubernamentales? ¿O culpable de las desgracias fue el primer gobierno del General Jun Domingo Perón?
La cobertura mediática en favor de “cambiemos” en algunos casos está lindando la complicidad en los graves hechos que estamos padeciendo. El conflicto docente puede que acumule “culpas compartidas”, pero es el poder político el que posee las herramientas para destrabar el problema y llevar tranquilidad a las aulas de la Nación.  
El gobierno administra, en consecuencia, debe generar soluciones, no sólo victimizarse ante cada inconveniente que surge. 
El concepto de incompetencia del “gobierno de los ricos” está ganando terreno, cual un fantasma en oscura tenebrosa noche. Luego, sigue el abismo. 
Promesas más promesas, un discurso hueco y vacío, una fiesta de cumpleaños destemplada y a destiempo parece el gobierno de Macri. Más próximo al olvido que al triste recuerdo de gerentes despiadados de feudos multinacionales. 
El 2017 es un período de elección que puede llegar a ser esperanza bien fundada en un futuro con políticos más próximos a la gente. 

             Máximo Luppino

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